martes, 9 de diciembre de 2008

Benditas Malcriaditas de la Cumbia



Cada vez que en afán de satisfacer mi curiosidad hago zapping por televisión nacional, es casi ya rutina el encontrar a un grupo de calatas moviendo sus 80kg de carne para guiso en medio de un set, pero no es un set cualquiera, es un paleta de colores con una gama más variada que los colores de la Reserva del Manu. Tanta es la saturación de colores que es imposible mirar directamente a la TV por mas de un minuto seguido, y todo aquel que lo logra suele terminar con problemas de daltonismo.
La idea de la saturación de colores, es obligarte a toda costa, a no distraerte con nada, a ver directamente a las calatas y dejarte hipnotizar con ese culebreo de caderas y rebote de nalgas. La finalidad de hipnotizar es obligarte a cambiar tus conceptos de estética y sentirte sinceramente atraído, cual comercial de pizza en plena hora de la cena, estas calatas pretenden evocar tu necesidad de comer y mediante mensajes subliminales pretenden vender la idea de que con ellas se acabó las desnutrición en el Perú.
Es tan grande la necesitad de vender este producto que hasta los nombres de estos grupos femeninos ya no son insinuantes sino ahora son mucho mas explícitos.
Antes, en los inicios de este boom, los nombres hacían alusión a la supuesta belleza de estas chicas, podíamos encontrar a unas “Agua Bella”, “Alma Bella”, “Bella Bella”, luego podemos notar un cierto interés en resaltar su divinidad, con nombres como por ejemplo las diosas del ritmo, los Ángeles de la Cumbia, hasta incluso intentando hacernos creer un muy supuesto estado físico como las Vírgenes de la Cumbia, pero lo que comenzó como un inocente juego de nombres, se esta transformando en una cruda carrera por demostrar a través de los nombre quienes pueden ser las mas honestas y menos pudorosas. Empiezan a aparecer nombre que podríamos entender como el reflejo de la verdadera personalidad de estas señoritas. “Las Diablitas del Sabor”, “Las Malcriaditas de la Cumbia” o “Las Golosas del Ritmo”.Lo peor de todo es que sin las mas minima vergüenza, estos grupos gritan su nombre a manera de grito de guerra siempre y cada vez que tengan un micrófono en frente. Me preocupa la idea de que mi sobrina de tan solo 3 añitos, se encuentre frente a la TV y vea aparecer a un grupo de muy bien despachadas calatas, gritando: somos… ¡las Prostitutitaaaaas de la Cumbia!. ¿Cómo podría yo explicarle eso?, ¿cómo explicas a una niña de 3 años, el hecho de que parezcan un grupo de mujeres desnudas orgullosas de ser Las Prostitutitas de la Cumbia.?
En fin, son maneras de ganar dinero y se respetan. Quien sabes, fácil este verano, me mando de manager y organizo mi grupo de Las Trampositas del Sabor.

1 comentario:

  1. Jajaja hay muchas locas y muchas malcriadas que creen tener talento.
    Buena.

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